EL CICLO SEXUAL DE LA GATA

Una vez nuestra gatita llega a la pubertad aparecen los primeros signos de la madurez sexual, que desembocan en el primer celo,  aproximadamente entre los 6 y los 9 meses de edad. 

El ciclo reproductivo de la gata es del tipo poliéstrico estacional, es decir, los celos se repiten de forma continua durante la estación apropiada. Esta estación corresponde, en nuestra zona, con la época del año en que los días van aumentando en horas de sol (fotoperiodo positivo) o lo que es lo mismo, suele comenzar en diciembre o enero y finalizar en agosto o septiembre. Tras este periodo en que observamos los celos continuos  tenemos otro de inactividad sexual que correspondería aproximadamente con el otoño (de septiembre a diciembre).

Ya hemos dicho que en la época de actividad sexual los celos se van enlazando uno tras otro, aunque dependiendo de si el macho monta a la hembra o o no y de si la hembra ovula o no, el ciclo puede ser de diferentes formas. Os lo explicamos y os dejamos un gráfico para intentar comprenderlo mejor:

La primera fase siempre es el proestro (en la perra veíamos que en esta fase hay un sangrado por la vulva, pero en la gata no suele notarse esta fase) que al acabar da paso a la siguiente fase, conocida como estro o celo, en esta fase la gata se deja montar, busca al macho y suelen aparecer vocalizaciones (maullidos).

·         Primera opción en el celo de la gata: Si no se produce la monta (no hay ovulación) o si el macho monta a la hembra pero ésta no ovula, la gata entra en un periodo llamado interestro que dura desde 3 días o hasta 2 o 3 semanas tras el cual vuelve a parecer un estro o celo. Este es el caso de las gatitas que tenemos en casa y que no salen para nada, que entran en celo y tras terminarlo, pasan una, dos o tres semanas y vuelven a tener el celo y así sucesivamente.

·         Otra opción que se puede dar es la de que la gata ovule, normalmente esto se produce cuando el macho la monta. Tras la ovulación la gata entra en una fase que se denomina diestro (dura unos 2 meses). En esta fase la gata puede estar gestante (si se han fecundado los óvulos) o no (en estos casos pueden aparecer las pseudogestaciones).

¿Está mi gata preñada?

            En el caso de que hubiera habido una monta deberíamos averiguar si nuestra gatita está preñada, y podríamos hacerlo con los siguientes métodos: 

• Palpación: Requiere tener experiencia, aun así no podríamos saber exactamente cuantos fetos habría y es difícil con perras obesas y/o musculosas. Se haría entre 21 y 25 días después de la ovulación (o la monta).

• Ecografía: Desde el día 22, nos sería útil para saber el número de fetos y tomar la frecuencia cardiaca, aunque no es del todo precisa ya que algunos de los fetos se podría reabsorber a los 30 días.
  

• Test de relaxina: Esta prueba no es muy habitual hacerla y no debería hacerse demasiado pronto porque es posible que diera falsos negativos, entre los 25 y 30 días debería realizarse. No daría a conocer el número de fetos ni su viabilidad, pero es fácil de hacerse.

• Radiografía: Bastante precisa para averiguar el número de fetos o alteraciones pélvicas. A partir del día 40, es recomendable que la gata no coma en 12 h antes de la prueba.

¿Cómo determinar la fecha del parto?

Teniendo en cuenta la ovulación contaríamos 59 días (+/- 2 días), se haría un seguimiento de la gestación hasta la fecha del parto, en caso de que se pasara la fecha de gestación o hubiera algún tipo de complicación se plantearía una posible cesárea.

¿Qué hago cuando nazcan los cachorros?

            Lo primero sería facilitarles su respiración liberándolos del saco amniótico dejando las vías respiratorias libres y masajeándolos suavemente (no demasiado rápido) con un trapo limpio para estimular la respiración.
            Ayude con la alimentación comprobando que maman el calostro y si la madre no tuviera suficiente leche, aliméntelos con leche maternizada y estimule el perineo después de cada toma.
            Controle la temperatura siendo la adecuada para los cachorros, seque a los cachorros con papel o toallas limpias, que estén en contacto con la madre, póngales una bolsa de agua caliente o una lámpara de infrarrojos (ideal a 30ºC) para mantener su temperatura.
            Cuidados como cortar el cordón umbilical y desinfectar el ombligo, compruebe que la temperatura rectal es, al menos, de 35'5ºC y pesándolos diariamente. 

Como resumen, los pasos a seguir en nuestro veterinario deberían ser:

            Tras la monta o la inseminación artificial es conveniente comprobar que la gestación cursa bien con una ecografía.
            Pocos días antes del parto es recomendable hacer radiografía para contar más exactamente el número de cachorros y valorar el canal del parto de la hembra para prever distocias y si fuera necesario programar una cesárea.