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lunes, 26 de noviembre de 2012

¡UNO MÁS EN LA FAMILIA!



Hablábamos en la entrada anterior de las etapas de la vida del cachorrito, pues ahora vamos a ver con quién y cómo se relacionan los cachorros durante esas etapas antes de ver cómo educaremos y adiestraremos a nuestro cachorro.
Cuando el cachorrito llega a casa, generalmente llega cuando se acaba de destetar de su madre y convivía con ella y con sus hermanos. Ahora que llega a casa, empezará a vivir con una nueva familia, que somos nosotros, y tenemos que conseguir que el cambio sea lo menos traumático posible.
Lo primero que es importante es que desde el principio tenga una persona de referencia, alguien que ocupe el lugar de su madre y que será una referencia para él. Después, irá conociendo al resto de los miembros de la familia y su nuevo hogar. Al principio, es normal que el cachorro  pueda estar un poco desconcertado, pero pronto debe acostumbrarse a su nueva familia.
Para cuando llega a casa, el cachorro ya debe de tener un lugar asignado por nosotros para descansar, un lugar en que se sienta seguro y cómodo. Una vez llegue, los miembros de la familia no debemos atosigarlo, debemos dejarlo que conozca e investigue su nuevo hogar (vigilándolo para prevenir que pueda acceder a lugares peligrosos con productos tóxicos, cables, etc.) e irnos acercando a acariciarle y a que nos conozca uno por uno. Tras todo esto, se le llevará al que será su lugar de descanso para que se familiarice con él. Uno de los momentos más difíciles para el cachorro serán las primera noches, debemos de dejarlo en su lugar a la hora de dormir y no preocuparnos si llora, es algo normal que si ignoramos al principio y resistimos las ganas de acudir a consolarlo le ayudará a acostumbrarse a dormir solo. Si no consigue dormir muy tranquilo podemos ponerle junto a su cama una prenda nuestra para que su olor le tranquilice, esto es aconsejable cuando ya el cachorro  ya nos reconoce, porque de lo contrario será un olor “raro” y lo podemos poner más nervioso aún.
En estos días es importante que no le demos mucha importancia a sus “travesuras” y a que se orine o defeque donde le apetezca, debemos intentar que su adaptación sea lo menos traumática posible.  Lo primero que debe asociar es su nombre a algo positivo (recompensa), a venir cuando se le llama y a reconocer la orden “¡NO!” como algo que no debe hacer.
Es importante también que sepa cuál es el lugar de su comida y de su agua, debemos de tenerlos siempre en los mismos recipientes y en el mismo sitio. El agua la podemos dejar puesta todo el día, el alimento es mejor dividirlo en varias tomas al día, dejarlo puesto un tiempo (15 a 25 minutos) y si no lo come, retirarlo y dejarlo sin la comida hasta la próxima toma.
Para el cachorro es muy importante la afectividad (caricias, tonos de voz agradables, etc.), el contacto físico y el juego en su fase de adaptación.
El siguiente paso será conocer su higiene personal (baños, cepillados, cortes de pelo…) otros lugares, otras personas y otros animales y es importante que sea junto a nosotros para que se sienta seguro, debe irse acostumbrando a todo esto poco a poco en cuanto pueda empezar a salir a la calle con seguridad, dejemos que nuestro veterinario nos vaya aconsejando el momento más adecuado según el momento de su vacunación.
Es importante que antes de los cuatro meses se halla adaptado a las diferentes situaciones, lugares y personas o animales, ya que es el periodo de sociabilización más importante y que más marcará al cachorro.
La próxima entrada intentaremos dar consejos sobre educación y adiestramiento.

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