miércoles, 9 de septiembre de 2015

LIMPIEZA DE BOCA E HIGIENE DENTAL. ENFERMEDAD PERIODONTAL EN NUESTRAS MASCOTAS



Muy buenas a tod@s!!! Tras el parón veraniego retomamos nuestra actividad en el blog para hablar sobre uno de los problemas más comunes que tenemos en nuestras mascotas: la enfermedad periodontal, causada por el acúmulo de placa y sarro en los dientes y como consecuencia, la inflamación, dolor y malestar que lo acompaña, llegando a provocar la pérdida de dientes en los casos más graves y/o avanzados.

Imaginemos por un momento que nunca en la vida hemos visitado al dentista ni nos hemos revisado la boca, ¿es normal? No. Pues con nuestras mascotas ocurre lo mismo, debemos hacer revisiones de la dentadura y cavidad bucal de nuestras mascotas periódicamente. Generalmente, la vacunación de nuestras mascotas lleva incluida (o debería) en el precio una revisión completa y, por lo tanto, lleva incluida una revisión de la cavidad bucal. Si no fuera así, tendremos que pedir cita para realizar una revisión específica de la boca con nuestro veterinario y que este nos haga un seguimiento y nos vaya indicando las siguientes visitas que debemos realizar.


¿Cuál es el problema? ¿Cómo aparece esta enfermedad periodontal?

Los perros y los gatos, igual que las personas, tenemos bacterias en la boca que entran con el aire y los alimentos y que viven ahí y nos ayudan a hacer la digestión. 

El problema lo encontramos cuando con el paso del tiempo esas bacterias se van “aprovechando” de los restos de comida de la boca y/o de una falta de higiene de la misma para crecer de forma descontrolada y quedarse “pegadas” a los dientes. A las bacterias que se pegan a los dientes junto con los restos de comida se le conoce como PLACA BACTERIANA. A esta placa bacteriana, con el paso del tiempo, se le une el calcio, endureciéndola  y formando una estructura dura, como una piedra, a la que se conoce como SARRO. La placa bacteriana se puede eliminar con cepillados, snacks antiplaca, etc. El sarro no, solamente se elimina con limpiezas dentales. 

Cuando se acumula mucho sarro y se afectan todos los componentes y estructuras de la boca (dientes, encías…) y hablamos de ENFERMEDAD PERIDONTAL. Podríamos decir que esta enfermedad es UNA INFECCIÓN constante y creciente en la boca.

Placa bacteriana e inicio de formación de sarro


  •   PLACA BACTERIANA = BACTERIAS + RESTOS DE COMIDA PEGADAS AL DIENTE.

  •  SARRO = BACTERIAS + RESTOS DE COMIDA + CALCIO (FORMA COMO UNA PIEDRA)

  •   ENFERMEDAD PERIODONTAL = SARRO ACUMULADO QUE PROVOCA INFECCIÓN CONTÍNUA Y, POR LO TANTO, UNA ENFERMEDAD.

Hay que destacar que las razas de perros de tamaño más pequeño como los Caniche, Yorkshire, Chihuahua… tienen más predisposición a formar y acumular sarro, por lo que es muy importante tener una mayor atención y cuidado si tenemos algún perrito de estas razas.

La comida casera y los alimentos húmedos (latas) favorecen la formación y acumulación de sarro ya que se “pegan” más fácilmente al diente. Además, masticar el pienso “duro” (no es tan duro para los dientes de nuestros perros y gatos) ayuda a ir arrancando la placa bacteriana que forma y retrasa la aparición de la enfermedad periodontal.

¿Qué puedo notar en mi mascota? Síntomas.

La enfermedad periodontal no aparece “de un días para otro”, es una enfermedad consecuencia del acúmulo y endurecimiento de la placa bacteriana y la formación de sarro. Con el paso del tiempo pueden ir apareciendo síntomas como:

  •  Aliento con mal olor (halitosis), aunque no siempre es por un problema de enfermedad dental, otras enfermedades como diabetes, problemas renales o hepáticos, entre otros, pueden provocar este mal olor del aliento.
  •  Coloración amarillenta de los dientes, este color puede indicar el comienzo de la acumulación de sarro.
  • Inflamación, enrojecimiento y hasta sangrado de las encías (gingivitis).
    Gingivitis que se aprecia mejor tras la limpieza
  •  Inflamación de los ganglios linfáticos. Los ganglios son los “cuarteles” donde están las defensas del cuerpo y pueden aunmentar de tamaño ante la “ameza” de la infección que hay en la boca.
  •  Dificultad para comer y/o rechazo del alimento. A veces hay perritos o gatitos que dejan de comer pienso y pensamos que están mayores o caprichosos porque no quieren masticar y compramos alimentos húmedos, pero el problema real es que hay DOLOR AL MASTICAR!
    Retracción de encías (ver raíces dentales y el hueco entre ellas
  • Retracción de las encías. Se destruye el tejido que rodea al diente, llegando a veces a dejar la raíz del diente al descubierto.
  • Debilidad de la unión diente-hueso. La retracción de las encías acaba provocando que el diente se quede sin unión al hueso y se caiga.
  • Inflamación estructuras óseas. Los dientes están conectados con los senos maxilares, que son zonas “huecas” del hueso y hasta estos lugares puede llegar la infección de los dientes provocando hinchazón en la cara bajo el ojo o en el hocico, acabando a veces, en la apertura y salida de pus por la boca o la piel, etc.
Hay que estar muy atento a cualquiera de estos signos y acudir a nuestro veterinario para poner remedio a esta enfermedad.

¿Cómo le puede afectar esta enfermedad? Complicaciones.

Como todas las enfermedades, si una de nuestras mascotas tiene sarro en la boca y sufre enfermedad periodontal puede ser que no solamente se vea afectada esa zona.

Pueden verse afectados 3 órganos principalmente por las bacterias que forman parte del sarro:

1.       Corazón: las bacterias del sarro pueden pasar al torrente sanguíneo cuando las encías sangran y llegar hasta el corazón (la sangre de la boca va a la vena yugular y ésta al corazón), provocando una infección en el mismo.

2.       Pulmones: al jadear, nuestras mascotas meten aire en los pulmones desde la boca, ese aire pasa junto al sarro y puede arrastras a las bacterias hacia esos órganos.

3.       Aparato digestivo: al masticar puede ser que también pasen bacterias al aparato digestivo y puedan ocasionar alteraciones del mismo.

¿Y si ya existe sarro y enfermedad periodontal? Tratamiento.

Pues cuando existe mucho sarro y hay enfermedad periodontal solamente queda una salida: la limpieza de boca.

La limpieza de boca de nuestras mascotas ha de realizarse bajo anestesia general por el bien de nuestra mascota, ya que es recomendable hacerla con un limpiador dental igual que el de las personas, de Ultrasonidos, y estos pueden poner nervios@ a nuestra mascota y provocar cortes o quemaduras. Tras la limpieza con ultasonidos se debe hacer un pulido dental y aplicar un preventivo de la aparción de sarro.

Hay que informarse del procedimiento que van a realizar en la limpieza bucal de nuestra mascota para saber si se va a realizar con ultrasonidos o no y si después de limpiar el sarro va a realizarse un pulido con micromotor y si se va a aplicar algún preventivo del sarro.

¿Cuántas limpiezas debe realizarse nuestra mascota?

Una mascota puede realizarse tantas limpiezas de boca como sean necesarias, existen algunos animales con mucha predisposición que se realizan su primera limpieza a los dos años. Dependerá del estado de la boca cuando se realiza la limpieza, de la futura prevención para acumular sarro nuevamente y del estado fíco de la mascota en cuestión, aunque se realiza una exploración y analítica previa a la anestesia para conocer esto último.

Tras una limpieza dental debe establecerse un tratamiento preventivo para retrasar la aparición de sarro nuevamente.

En algunos casos existen mascotas que se realizan limpiezas dentales anualmente.

Evitar el problema, prevenir la enfermedad periodontal. Bocas sanas!

La prevención de la enfermedad periodontal vale tanto para mascotas que se han realizado ya la limpieza de boca como para las mascotas que nunca se la han realizado.

1.       Cepillado dental: tal y como hacemos las personas, es la forma más eficaz, retrasa muchísimo la aparición de sarro. Se considera un mínimo de tres veces semanales, pero cuantas más, mejor!! Hay que empezar desde pequeños y con cepillados cortos e ir haciendo el hábito. Usa SIEMPRE PASTAS ESPECÍFICAS PARA MASCOTAS!!!

2.       Snacks antiplaca: se han puesto de moda últimamente, hay que vigilar que sean duros todo el tiempo y que no se ablanden al morderlos. Especialmente recomendables los que llevan enzimas o productos para reblandecer la placa.

3.       Alimentación: lo dicho, el pienso es mejor que la comida casera y/o blanda (latas). Incluso existen piensos para prevenir el sarro. Se puede añadir al agua algún "enjuague bucal" para perros, que es bebible, y previene la aparición de la placa.

4.       Juguetes: utilizar juguetes “antisarro” que están diseñados específicamente para esto.

Bueno, pues esto es todo, esperamos que os resulte interesante y os sirva para cuidar mejor a vuestros peluditos. No dudéis en consultarnos lo que queráis y ¡¡Hasta la próxima!!

lunes, 15 de junio de 2015

Revisión y vacunación de nuestra mascota.


Muy buenas a todos! Hoy queremos hacer unas reflexiones, ya que en muchos casos podemos tener la duda de si es necesario o no vacunar a nuestra mascota. Esto es así porque  no conocemos bien qué hace una vacuna y no podemos explicarnos por qué es necesaria. Vamos a conocer algo más acerca de las vacunas: ¿Por qué necesita mi perro una vacuna? ¿Por qué dan reacción? ¿Por qué no puedo ponerle la vacuna a mi perro si ya tiene la enfermedad?

Vacunar no es “pinchar”.

Existen ciertos casos en que confundimos lo que es una vacuna. Es lógico que como cada vez que nuestro veterinario vacuna a nuestro perro usa una aguja nosotros pensemos que vacunar es lo mismo que “pinchar” y esto no es así. Por un lado existen vacunas que se “pinchan”, pero también existen vacunas que no: algunas se toman por boca o se aplican por la nariz, por ejemplo. Por otro lado hay veces que se “pincha” a nuestro perro un antiinflamatorio para bajar la fiebre, un antiemético para que no vomite… y todas esas cosas no son vacunas.

Os dejamos la definición de vacuna del diccionario de la Real Academia de la Lengua: Virus o principio orgánico que convenientemente preparado se inocula a una persona o a un animal para preservarlos de una enfermedad determinada.


Las defensas del cuerpo.

Las vacunas actúan sobre las defensas del cuerpo por lo que vamos a conocer a estas primero.

Cuando hablamos de las defensas del cuerpo (humano o animal) lo hacemos porque sirven para defendernos de todo lo que puede causar daño al organismo. Nuestras macotas disponen de todo un “ejército” que está formado por diferentes especialistas y que las defienden de virus, bacterias, parásitos y todo cuanto pueda ser perjudicial. Este “ejército” del cuerpo se conoce glóbulos blancos o leucocitos.

Igual que un ejército dispone de variantes de tierra, aire, marina, etc, el cuerpo tiene sus propias divisiones especializadas y son los neutrófilos, linfocitos, eosinófilos, basófilos, monocitos…

Cada vez que ponemos una vacuna estamos provocando una reacción de todo el sistema defensivo del cuerpo.

¿Para qué sirve una vacuna? Prevención de enfermedades.

Como bien dice el refranero “más vale prevenir que curar” y esto viene que ni pintado a las vacunas. La vacunación previene la enfermedad, es como un simulacro en el que las defensas del cuerpo ensayan y se preparan para actuar contra una enfermedad. La vacunación enseña a nuestras defensas a conocer a las enfermedades para que cuando estas lleguen de verdad puedan acabar con ellas muy rápidamente y así nuestras mascotas no lleguen a sufrirlas.

¿Cómo funciona? Revisión previa.

Como la mayoría de las vacunas son inoculadas (pinchadas) y previenen enfermedades víricas nos vamos a centrar en estas y luego comentamos sobre algunos otros casos.

La vacunación no es solamente el acto o el momento de inocular (que es termino para decir “pinchar”) el líquido que contiene la vacuna, es necesario realizar una serie de pasos previos para asegurarnos de que lo que estamos inyectando funciona, hace el efecto que queremos y previene la enfermedad en cuestión.

Pero ¿Qué es una vacuna? Resumiendo un poco, la vacuna consiste en un preparado que lleva el virus que provoca la enfermedad. Ese virus puede ir de varias formas:

·         vivo atenuado (es decir, lo han dejado vivo pero sin capacidad de causar infección).
·          virus muerto
·         Partes de un virus

Lo que se busca es que las defensas detecten estos virus y actúen contra ellos como si fueran la enfermedad real y acaben con ellos. Después de esta “batalla” las defensas del cuerpo “recordarán” la enfermedad y cuando aparezca el virus “de verdad” reaccionarán mucho más rápido contra este y lo eliminarán rápidamente. Este recuerdo no es para siempre, cuando va pasando el tiempo cada vez es menor y es por esto por lo que debemos poner recuerdos de las vacunas; dependiendo de la vacuna variará el tiempo en el que hay que poner el recordatorio para mantener alto el nivekl de defensas.

Las vacunas además no tienen un efecto inmediato, tardan varios días en producir la reacción deseada y crear un recuerdo de la enfermedad en cuestión, y es por eso que hay que vacunar tiempo antes de exponerse a la enfermedad. Por ejemplo, en muchas residencias caninas exigen la vacunación contra la tos de las perreras y hay mascotas que acuden a ponerse la vacuna el día antes y que acaban sufriendo la enfermedad ya que al vacunarse con poco tiempo de antelación no ha habido tiempo de que se creen las defensas contra la enfermedad.

El primer paso es conocer el estado de salud de la mascota. Si un gato o un perro tiene, por ejemplo, parásitos intestinales es posible que la vacunación no funcione bien ya que las defensas de éste estarán “ocupadas” en esos parásitos y probablemente no “echen cuenta” a la vacuna y por lo tanto no consigamos que funcione bien y no haya una buena reacción ni un buen recuerdo.


El segundo paso es conocer el estado físico del animal. No es lógico pensar en una vacunación sin que la acompañe una revisión completa del estado de nuestra mascota. En el caso de antes puede ser que estemos viendo a los parásitos (gusanos) y/o sepamos que los tiene, pero hay otras muchas enfermedades que pueden afectar a las defensas y no tenemos por qué haberlas visto antes, pero en una completa revisión las detectaremos. Esta revisión debe abarcar todo el animal, la piel, los oídos, los ojos, pulmones, corazón, temperatura (por ejemplo una mascota con fiebre no puede ser vacunada), etc.

Una vez conocemos el estado de salud y el estado físico de la mascota y todo está bien se procede a la administración de la vacuna (ya sea inoculada, vía nasal…). Esta vacuna debe ser un producto que haya seguido un estricto control de calidad y haber mantenido la cadena de frio para ser verdaderamente efectiva.

Debido a esto último un animal no se puede vacunar de nada cuando ya está enfermo.

Hay casos en los que la vacuna puede actuar frente a bacterias (como la leptospirosis) o frente a parásitos (vacuna contra leishmaniosis) y como ya comentamos en su momento existen vacunas que no se inoculan, aunque el mecanismo de acción es igual ya que estimulan las defensas para crear un recuerdo de la enfermedad.

¿Por qué da reacción una vacuna? ¿Qué reacción puede dar?

Como hemos explicado la vacuna funciona porque el cuerpo no sabe diferenciar entre la enfermedad real y la vacuna que se prepara, por lo tanto el cuerpo reacciona en muchos casos como lo haría normalmente ante una infección y se produce fiebre, malestar y apatía. En ciertos casos, la inflamación que se forma alrededor de la vacuna causa molestias y/o dolor pudiendo llegar a formarse un pequeño “bultito” en la zona.

Independiente de que sea una vacuna o no, pueden aparecer reacciones de tipo alérgico con cualquier agente externo, pudiendo aparecer desde picores en el cuerpo hasta hinchazón en la cara y cuello. Es importante estar pendientes y acudir al veterinario con cualquiera de estos signos para evitar problemas mayores.

El precio de una vacuna ¿Cuánto cuesta una vacuna?

Como hemos visto la vacunación no solamente consiste en inocular un producto y ya está, es necesario realizar todo un proceso con un examen detallado del paciente para asegurarnos el éxito en el funcionamiento de la vacuna, por lo tanto cuando hablamos de cuánto cuesta vacunar a un perro o un gato debemos tener en cuenta que requiere un tiempo y un material que tienen un coste.

En el precio de una vacuna entra el gasto de luz y agua (por ejemplo, la vacuna se ha comprado y se ha mantenido días o semanas en un frigorífico que gasta luz hasta que se administra) que se genera durante la visita, el sueldo de las personas que nos atienden durante ese tiempo, el precio de ocupación de un local (sea hipoteca o alquiler), el producto que se utiliza para la vacunación y el material empleado (aguja, jeringa…), el mantenimiento de los equipos utilizados (termómetro, fonendoscopio, cortaúñas, producto para limpiar los oídos, otoscopio…), la gestión de los residuos producidos (los “botes” de las vacunas deben ser recogidos por empresas especializadas de residuos), la carta para el recordatorio del año siguiente, etc. Dependiendo de la calidad del servicio y de dónde se ahorren los costes el precio de la vacuna variará entre diferentes profesionales.


        Esperamos que os haya gustado la entrada, ahora esperamos que podamos saber por qué es importante vacunar a nuestros peludos, hasta la próxima!!

martes, 28 de abril de 2015

CUIDADO DEL PELO, LOS OÍDOS Y LOS OJOS EN PERROS Y GATOS.


Muy buenas!! Hoy vamos a conocer la forma de mantener a nuestra mascota en unas condiciones óptimas de salud centrándonos en el pelo, los ojos y los oídos, los cuales nos dan una importante información sobre su estado de salud solamente con un vistazo ¿no? Un pelo poco brillante, unos oídos sucios y malolientes o unos ojos con legañas y enrojecidos nos dan información de que algo no marcha bien. Vamos a conocer las medidas que debemos tomar para asegurarnos de no llegar a esos casos.

Una mascota saludable, en muchos casos, es una mascota que a primera vista es saludable.

Un propietario responsable debe mantener a su mascota en unas óptimas condiciones, realizando baños y cepillados periódicos y cuidando de la salud de los ojos y oídos.

Hoy vamos a ver qué debemos hacer para poder conseguir todo esto. Es muy difícil dar unos consejos básicos generales ya que depende de dónde viva nuestra mascota (piso o parcela, por ejemplo) o de si tiene pelo largo o pelo corto, entre otras muchas cosas, pero vamos a ello.

EL BAÑO

Vamos a empezar por lo más elemental y lo más complicado: el baño. El baño tiene muchos beneficios para nuestras mascotas: elimina posibles alérgenos que estén en contacto con el pelo y la piel, favorece el brillo y mejora la calidad de pelo y piel, elimina olores indeseables, es relajante…

Uno de los puntos clave y de las cosas que más nos preguntan es la frecuencia de los baños. No hay una respuesta única, los perros y gatos de pelo largo o color blanco, por ejemplo, se suelen bañar más a menudo que el resto (para desenredar el pelo o porque se nota más la suciedad). En términos generales un perro o gato debe bañarse cada 15 días, pero hay muchos que se bañan una vez al mes o una vez a la semana sin problema. Lo que tenemos que conseguir es un champú y una frecuencia adaptados a cada caso y que no provoquen sequedad de piel o afecten negativamente al pelaje provocando sequedad y falta de brillo de éste.

El siguiente punto que tenemos que abordar es el champú. Existen muchos tipos y marcas de champú para perros y gatos y tenemos que asegurarnos de que el que usemos se ajusta al perfil de nuestra mascota. Los hay neutros, para pelajes de diferentes colores, con acondicionadores incorporados para pelo largo, especiales para animales atópicos… un sinfín de posibilidades. Nuestro veterinario/a o peluquero/a canino nos sabrán aconsejar el más adecuado. ¡OJO! Lo que no está recomendado es el uso de los productos para uso humano, ya que el pH y las características del pelo de nuestras mascotas son diferentes a las nuestras.

Ya vamos terminando con el baño, nos queda el secado. Siempre hemos de secar a nuestra mascota con secador. Puede resultar complicado hasta que logramos que se acostumbre, pero debemos usar el secador y asegurarnos que no secamos solamente el pelo por la superficie y que el pelo que está más pegado a la piel queda totalmente seco. Es aconsejable ir realizando el cepillado del pelo a la vez que el secado y usar un cepillo o una carda adaptada a cada tipo de pelo concreto. Dependiendo del tipo de pelo de nuestro perro debemos cepillarlo más o menos a menudo, un perrito o gatito de pelo largo debe ser cepillado prácticamente a diario, en otros, de pelo corto, bastaría en muchos casos con un cepillaldo a la semana.



Finalmente tenemos que hablar de que para muchos perros y gatos el baño es una experiencia que resulta todo lo contrario a lo que debería. Debería ser algo agradable y relajante, pero muchos sufren miedo, ansiedad y estrés bien durante el baño o durante el secado. Para intentar evitar esto es aconsejable usar siempre agua templada, premiar antes y después de cada momento del baño, no ponernos nerviosos, hacer las cosas con tiempo y paciencia y, lo más importante, ir acostumbrándolos poco a poco y desde pequeños a bañarse y secarse. Hay que dedicar tiempo al baño de nuestra mascota, si nosotros no estamos relajados ellos difícilmente lo estarán.


CUIDADO DE LOS OÍDOS

Como en todo lo que se refiere a nuestra mascota, nuestros peludos necesitan una rutina de examen y limpieza, incluidos los oídos. Es importante revisarlos periódicamente y comprobar que su estado se es adecuado y saludable. Un oído sano presenta una piel rosada en el interior del pabellón auricular y canal auditivo, pueden verse algunos vasos y capilares en esa piel, no debe presentar un olor desagradable y debe contener poca cantidad de cerumen. El cerumen es normal en un oído y tiene su función: dotar de cierta humedad al canal auditivo y posee características antibacterianas, lo que tenemos que vigilar es que su cantidad no sea excesiva.

El oído de nuestras mascotas está preparado para que el cerumen y los detritus que se producen vayan desplazándose hasta el exterior y sean expulsado de forma normal. Podemos ayudar con limpiadores específicos y realizando limpiezas cada semanales, cada 15 días o mensuales dependiendo de las características del oído de nuestro perro o gato (orejas caídas o no, pelos dentro del canal...).

Oído con inflamación y cerumen
En algunos casos encontramos un exceso de detritus y cerumen, mal olor, mal aspecto, inflamación, perros que sacuden mucho la cabeza, se rascan los oídos con muebles o paredes… nuestra mascota puede padecer una otitis. El término otitis significa que el oído presenta una inflamación, esta inflamación puede ser debida a muchas causas pero no siempre a una infección, que es lo primero que pensamos siempre. Una otitis se puede presentar por presencia de parásitos (ácaros), por presencia de hongos (levaduras como la malassezia), por presencia de bacterias (diferentes tipos como pueden ser los cocos o los bacilos), o simplemente porque nuestra mascota tenga predisposición a sufrir otitis, es el caso de perros con las orejas caídas (labradores, golden retriever, cocker, beagle…), perros con los canales auditivos muy estrechos (shar pei, carlino…) o perros que tienen mucho pelo dentro del canal auditivo y no pueden expulsar bien el cerumen (yorkshire, bichón maltés…), problemas relacionados con alergias (atopia), cuerpos extraños (espigas) o por un incorrecto mantenimiento de los oídos de nuestro perro.

En caso de sospechar que nuestra mascota pueda tener un problema del oído o una otitis es muy importante acudir a nuestro veterinario para que se realice un examen del canal auditivo y una toma de muestras que pueda determinar la causa del problema lo antes posible y poner el remedio efectivo y curativo. Es habitual que en ciertos casos las otitis puedan ser recurrentes (vuelvan a aparecer), esto puede ser debido a un incorrecto tratamiento (por ejemplo automedicaciones) o a un incorrecto seguimiento de la curación del problema (hay que realizar revisiones hasta que le problema se resuelve totalmente aunque haya una rápida mejoría) y establecer una buena pauta de mantenimiento de los oídos tras este tipo de problemas.
Malassezia en el oído de un perro vista al microscopio

Espiga extraída de un oído
Vamos a terminar con un ejemplo de un caso real, un perrito que vino a consulta con un oído en muy mal estado y que sus propietarios llevaban tratando con un producto antiinflamatorio, antibiótico y antifúngico desde hacía dos semanas sin resultado. Se realiza un exploración y se encuentra una espiga dentro del oído que se encuentra ya en estado de descomposición, hay que sedar al paciente, se extrae la espiga y se tima una muestra en la que se ven gran cantidad de bacilos. Se instaura un tratamiento adaptado a este tipo de bacterias que resuelve la otitis bacteriana que existía, pero hasta que no se extrajo el cuerpo extraño (la espiga en este caso) no se pudo resolver el problema.

LOS OJOS

Terminamos esta entrada hablando del cuidado de los ojos. Una mascota sana tiene que tener unos ojos brillantes (siempre están húmedos debido a la producción contínua de lágrimas), con la zona de la córnea transparente,  la zona de la esclera (zona blanca del ojo) de color blanco (aunque se puedan ver vasos sanguíneos, que debe haberlos) y no deben presentar coloraciones del pelo de alrededor del ojo ni nada en la comisura.

Cuando encontramos ojos enrojecidos, con lagañas en las comisuras, pérdida de transparencia corneal, secreciones extrañas… nuestra mascota podría sufrir algún problema. Ante cualquier síntoma de que el ojo de nuestra mascota debemos acudir a nuestro veterinario, existen muchas enfermedades oculares, entre las más frecuentes:

·         Conjuntivitis: inflamación del ojo.
·         Cataratas: pérdida de transparencia del cristalino.
·         Ectropión/entrpopión: párpados invertidos hacia fuera/dentro del ojo.
·         Epífora: exceso de producción de lágrima o imposibilidad de drenarla.
·         Prolapso de la glándula del tercer párpado (ojo cereza)
·         Queratoconjuntivitis seca: ojo seco
·         Úlceras corneales: heridas en la córnea.
Úlcera corneal teñida y Conjuntivitis

Para mantener los ojos de nuestras mascotas en buenas condiciones y con buena salud debemos realizar limpiezas frecuentes con productos especializados para esto y vigilar que no hay signos de enfermedad ocular como los que hemos comentado antes. Hay que prestar especial atención a las razas con los ojos más expuestos, como los buldog, los carlinos, los shih tzu… ya que tienen mayor predisposición a padecer ojo seco, epífora o ulceras corneales por ejemplo. Otras razas como los shar pei padecen frecuentemente de entropión o de ectropión. Las mascotas de pelo largo deben de tener atenciones especiales ya que en muchos casos los pelos de la zona de la nariz o los alrededores de los ojos pueden rozar la córnea y provocar secreción excesiva e incluso úlceras; hay que mantener bien recortados esos pelos para que no se introduzcan en los ojos ni impidan una correcta visión.


Esperamos que os hayan resultado interesante la entrada, como ya hicimos con el prolapso de la glándula del tercer párpado intentaremos iros explicando las enfermedades oculares de una en una más detallamente. Hasta la próxima!!