Muy buenas a
todos! Hoy queremos hacer unas reflexiones, ya que en muchos casos podemos
tener la duda de si es necesario o no
vacunar a nuestra mascota. Esto es así porque no conocemos bien qué hace una vacuna y no
podemos explicarnos por qué es necesaria. Vamos a conocer algo más acerca de
las vacunas: ¿Por qué necesita mi perro
una vacuna? ¿Por qué dan reacción? ¿Por qué no puedo ponerle la vacuna a mi
perro si ya tiene la enfermedad?
Vacunar no es “pinchar”.
Existen
ciertos casos en que confundimos lo que es una vacuna. Es lógico que como cada
vez que nuestro veterinario vacuna a nuestro perro usa una aguja nosotros
pensemos que vacunar es lo mismo que “pinchar”
y esto no es así. Por un lado existen vacunas que se “pinchan”, pero también existen vacunas que no: algunas
se toman por boca o se aplican por la nariz, por ejemplo. Por otro lado hay
veces que se “pincha” a nuestro perro un antiinflamatorio para bajar la fiebre,
un antiemético para que no vomite… y todas esas cosas no son vacunas.
Os dejamos la definición de vacuna del diccionario de
la Real Academia de la Lengua: Virus o principio orgánico que convenientemente preparado se inocula a
una persona o a un animal para preservarlos de una enfermedad determinada.
Las defensas del
cuerpo.
Las vacunas actúan sobre las defensas
del cuerpo por lo que vamos a conocer a estas primero.
Cuando
hablamos de las defensas del cuerpo
(humano o animal) lo hacemos porque sirven para defendernos de todo lo que
puede causar daño al organismo. Nuestras macotas disponen de todo un “ejército” que está formado por
diferentes especialistas y que las defienden de virus, bacterias, parásitos y todo
cuanto pueda ser perjudicial. Este “ejército” del cuerpo se conoce glóbulos
blancos o leucocitos.
Igual que un
ejército dispone de variantes de tierra, aire, marina, etc, el cuerpo tiene sus propias divisiones especializadas y
son los neutrófilos, linfocitos, eosinófilos, basófilos, monocitos…
Cada vez que
ponemos una vacuna estamos provocando una reacción de todo el sistema defensivo
del cuerpo.
¿Para qué sirve
una vacuna? Prevención de enfermedades.
Como bien dice
el refranero “más vale prevenir que curar” y esto viene que ni pintado a las
vacunas. La vacunación previene la enfermedad,
es como un simulacro en el que las defensas
del cuerpo ensayan y se preparan para actuar contra una enfermedad.
La vacunación enseña a nuestras defensas a conocer a las enfermedades para que
cuando estas lleguen de verdad puedan acabar con ellas muy rápidamente y así
nuestras mascotas no lleguen a sufrirlas.
¿Cómo funciona?
Revisión previa.
Como la
mayoría de las vacunas son inoculadas (pinchadas) y previenen enfermedades
víricas nos vamos a centrar en estas y luego comentamos sobre algunos otros
casos.
La vacunación no es solamente el acto o el momento de inocular
(que es termino para decir “pinchar”) el líquido que contiene la vacuna, es
necesario realizar una serie de pasos previos para asegurarnos
de que lo que estamos inyectando funciona, hace el efecto que
queremos y previene la enfermedad en cuestión.
Pero ¿Qué
es una vacuna? Resumiendo un poco, la vacuna consiste en un
preparado que lleva el virus que provoca la enfermedad.
Ese virus puede ir de varias formas:
·
vivo atenuado (es decir, lo han dejado vivo pero
sin capacidad de causar infección).
·
virus
muerto
·
Partes de un virus
Lo que se
busca es que las defensas detecten estos virus y
actúen contra ellos como si fueran la enfermedad real y acaben con
ellos. Después de esta “batalla” las defensas del cuerpo “recordarán”
la enfermedad y cuando aparezca el virus “de verdad” reaccionarán
mucho más rápido contra este y lo eliminarán rápidamente. Este recuerdo no es para siempre, cuando va pasando el tiempo cada vez es menor y es por esto por lo que debemos poner recuerdos de las vacunas; dependiendo de la vacuna variará el tiempo en el que hay que poner el recordatorio para mantener alto el nivekl de defensas.
Las vacunas
además no tienen un efecto inmediato,
tardan varios días en producir la reacción deseada y crear un recuerdo de la
enfermedad en cuestión, y es por eso que hay que vacunar tiempo antes de
exponerse a la enfermedad. Por ejemplo, en muchas residencias caninas exigen la
vacunación contra la tos de las perreras y hay mascotas que acuden a ponerse la
vacuna el día antes y que acaban sufriendo la enfermedad ya que al vacunarse
con poco tiempo de antelación no ha habido tiempo de que se creen las defensas
contra la enfermedad.
El primer paso
es conocer el estado de salud
de la mascota. Si un gato o un perro tiene, por ejemplo, parásitos
intestinales es posible que la vacunación no funcione bien ya que las defensas
de éste estarán “ocupadas” en esos parásitos y probablemente no “echen cuenta”
a la vacuna y por lo tanto no consigamos que funcione bien y no haya una buena
reacción ni un buen recuerdo.
El segundo
paso es conocer el estado físico
del animal. No es lógico pensar en una vacunación sin que la
acompañe una revisión completa del estado de nuestra mascota. En el caso de
antes puede ser que estemos viendo a los parásitos (gusanos) y/o sepamos que
los tiene, pero hay otras muchas enfermedades que pueden afectar a las defensas
y no tenemos por qué haberlas visto antes, pero en una completa revisión las
detectaremos. Esta revisión debe abarcar todo el animal, la piel, los oídos,
los ojos, pulmones, corazón, temperatura (por ejemplo una mascota con fiebre no
puede ser vacunada), etc.
Una vez conocemos el estado de salud y el estado
físico de la mascota y todo está bien se procede a la administración de la
vacuna (ya sea inoculada, vía nasal…). Esta vacuna debe ser un
producto que haya seguido un estricto control de calidad y haber mantenido la
cadena de frio para ser verdaderamente efectiva.
Debido a esto
último un animal no se puede vacunar de nada
cuando ya está enfermo.
Hay casos en
los que la vacuna puede actuar frente a bacterias (como la leptospirosis) o
frente a parásitos (vacuna contra leishmaniosis) y como ya comentamos en su
momento existen vacunas que no se inoculan, aunque el mecanismo de acción es
igual ya que estimulan las defensas para crear un recuerdo de la enfermedad.
¿Por qué da
reacción una vacuna? ¿Qué reacción puede dar?
Como hemos
explicado la vacuna funciona porque el cuerpo no sabe diferenciar entre la
enfermedad real y la vacuna que se prepara, por lo tanto el
cuerpo reacciona en
muchos casos como lo haría normalmente ante una infección y se
produce fiebre, malestar y apatía. En ciertos casos, la inflamación que se
forma alrededor de la vacuna causa molestias y/o dolor pudiendo llegar a
formarse un pequeño “bultito” en la zona.
Independiente
de que sea una vacuna o no, pueden aparecer reacciones de tipo alérgico con
cualquier agente externo, pudiendo aparecer desde picores en el cuerpo hasta
hinchazón en la cara y cuello. Es importante estar pendientes y acudir al
veterinario con cualquiera de estos signos para evitar problemas mayores.
El precio de una
vacuna ¿Cuánto cuesta una vacuna?
Como hemos
visto la vacunación no solamente
consiste en inocular un producto y ya está, es necesario realizar
todo un proceso con un examen detallado del paciente para asegurarnos el éxito
en el funcionamiento de la vacuna, por lo tanto cuando hablamos de cuánto
cuesta vacunar a un perro o un gato debemos tener
en cuenta que requiere un tiempo y un material que tienen un coste.
En el precio
de una vacuna entra el gasto de luz y agua (por ejemplo, la vacuna se ha
comprado y se ha mantenido días o semanas en un frigorífico que gasta luz hasta
que se administra) que se genera durante la visita, el sueldo de las personas
que nos atienden durante ese tiempo, el precio de ocupación de un local (sea
hipoteca o alquiler), el producto que se utiliza para la vacunación y el
material empleado (aguja, jeringa…), el mantenimiento de los equipos utilizados
(termómetro, fonendoscopio, cortaúñas, producto para limpiar los oídos,
otoscopio…), la gestión de los residuos producidos (los “botes” de las vacunas
deben ser recogidos por empresas especializadas de residuos), la carta para el
recordatorio del año siguiente, etc. Dependiendo de la calidad del servicio y
de dónde se ahorren los costes el precio de la vacuna variará entre diferentes
profesionales.
Esperamos que os haya gustado la
entrada, ahora esperamos que podamos saber por qué es importante vacunar a
nuestros peludos, hasta la próxima!!