Hablábamos en
la entrada anterior de las etapas de la vida del cachorrito, pues ahora vamos a
ver con quién y cómo se relacionan los cachorros durante esas etapas antes de
ver cómo educaremos y adiestraremos a nuestro cachorro.
Cuando el
cachorrito llega a casa, generalmente llega cuando se acaba de destetar de su
madre y convivía con ella y con sus hermanos. Ahora que llega a casa, empezará
a vivir con una nueva familia, que somos nosotros, y tenemos que conseguir que
el cambio sea lo menos traumático posible.
Lo primero que
es importante es que desde el principio tenga una persona de referencia,
alguien que ocupe el lugar de su madre y que será una referencia para él.
Después, irá conociendo al resto de los miembros de la familia y su nuevo
hogar. Al principio, es normal que el cachorro
pueda estar un poco desconcertado, pero pronto debe acostumbrarse a su
nueva familia.
Para cuando
llega a casa, el cachorro ya debe de tener un lugar asignado por nosotros para
descansar, un lugar en que se sienta seguro y cómodo. Una vez llegue, los
miembros de la familia no debemos atosigarlo, debemos dejarlo que conozca e
investigue su nuevo hogar (vigilándolo para prevenir que pueda acceder a
lugares peligrosos con productos tóxicos, cables, etc.) e irnos acercando a
acariciarle y a que nos conozca uno por uno. Tras todo esto, se le llevará al
que será su lugar de descanso para que se familiarice con él. Uno de los
momentos más difíciles para el cachorro serán las primera noches, debemos de
dejarlo en su lugar a la hora de dormir y no preocuparnos si llora, es algo
normal que si ignoramos al principio y resistimos las ganas de acudir a
consolarlo le ayudará a acostumbrarse a dormir solo. Si no consigue dormir muy
tranquilo podemos ponerle junto a su cama una prenda nuestra para que su olor
le tranquilice, esto es aconsejable cuando ya el cachorro ya nos reconoce, porque de lo contrario será
un olor “raro” y lo podemos poner más nervioso aún.
En estos días
es importante que no le demos mucha importancia a sus “travesuras” y a que se
orine o defeque donde le apetezca, debemos intentar que su adaptación sea lo
menos traumática posible. Lo primero que
debe asociar es su nombre a algo positivo (recompensa), a venir cuando se le
llama y a reconocer la orden “¡NO!” como algo que no debe hacer.
Es importante también
que sepa cuál es el lugar de su comida
y de su agua, debemos de tenerlos
siempre en los mismos recipientes y en el mismo sitio. El agua la podemos dejar
puesta todo el día, el alimento es mejor dividirlo en varias tomas al día,
dejarlo puesto un tiempo (15 a 25 minutos) y si no lo come, retirarlo y dejarlo
sin la comida hasta la próxima toma.
Para el
cachorro es muy importante la afectividad (caricias, tonos de voz agradables,
etc.), el contacto físico y el juego en su fase de adaptación.
El siguiente paso
será conocer su higiene personal (baños, cepillados, cortes de pelo…) otros
lugares, otras personas y otros animales y es importante que sea junto a
nosotros para que se sienta seguro, debe irse acostumbrando a todo esto poco a poco en cuanto pueda empezar a
salir a la calle con seguridad, dejemos que nuestro veterinario nos vaya
aconsejando el momento más adecuado según el momento de su vacunación.
Es importante
que antes de los cuatro meses se halla adaptado a las diferentes situaciones,
lugares y personas o animales, ya que es el periodo de sociabilización más
importante y que más marcará al cachorro.
La próxima entrada intentaremos
dar consejos sobre educación y adiestramiento.
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